Resilencia Efectiva. Existen diferentes definiciones del concepto de resiliencia. Pero probablemente, la más extendida es la que hace referencia a la capacidad de recuperase ante las adversidades, haciendo frente a circunstancias contrarias y logrando, además, un crecimiento personal gracias a la experiencia vivida.
Actualmente este término, la Resiliencia Efectiva está muy presente y es muy utilizado a la hora de detallar las competencias más demandadas entre los profesionales. La razón es evidente. Actualmente los cambios se producen a una gran velocidad y cada vez es más frecuente que nos tengamos que enfrentar a circunstancias no esperadas y tantas veces desfavorables. Estos cambios del entorno, que para algunos pocos son tremendamente estimulantes, para una gran mayoría suponen un grave problema, se sienten sobre pasados y les generan altas dosis de estrés e incertidumbre.
Resiliencia Efectiva
Lo primero que debemos de hacer es acostumbrarnos a ver el cambio como algo normal, y entender que esta época de cambio continuo ha venido para quedarse. Lo segundo es actuar, porque la solución va a pasar, en muchos casos, por desarrollar el músculo de la resiliencia, ya que como cualquier otra competencia se puede desarrollar con antelación. Y lo tercero es, tener muy presente que a través de estos retos y adversidades se encuentra el verdadero crecimiento personal, así lo demuestra el término que la psicología positiva ha acuñado como ‘crecimiento post traumático’.
Por mi propia experiencia y estudio, me atrevo a ampliar el término resiliencia para llevarlo más allá de la actitud, añadiendo la perspectiva del comportamiento y llegamos así a la Resiliencia Efectiva. Más que actitud, acción efectiva.
Esto supone, no sólo prepararnos a nivel actitudinal sino también en el aprendizaje de aquellas capacidades y técnicas que nos permitirán hacer frente a este nuevo entorno en cambio continuo, sintiéndonos más motivados y con la energía adecuada durante el proceso.
En definitiva, de la misma forma que no se nos ocurriría enfrentarnos a la proeza de acabar un maratón sin prepararnos ni entrenarnos, debemos de invertir en mejorar nuestra resiliencia, esta competencia que tan determinante puede ser no únicamente para nuestra vida laboral sino también personal. Y de esta manera lograremos la definición que más me gusta sobre la resiliencia efectiva: estar preparado para ser mejor cuando las cosas se ponen peor.
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