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5 CLAVES PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS DEL 2019 y no morir en el intento

Esta quote puede resultar algo cómica, pero si nos paramos a pensar con la honestidad necesaria, quizá nos veamos representados. En relación a esta problemática, en el último post del mes de diciembre os invitamos a realizar un análisis sobre lo acontecido en el 2018 [ver artículo ‘Hazte un regalo a ti mismo’] para medir los avances, valorar lo que no se había logrado y de todo ello, sacar una serie de aprendizajes.

Ahora nos llega el momento de fijarnos los objetivos para el 2019, máxime gracias al efecto impulsor que nos supone el sentimiento de culpa de tanto exceso navideño. La parte positiva es que gracias a la   energía con la que volvemos de Navidad, solemos ser muy optimistas y ambiciosos en relación a los objetivos para el siguiente año. La parte negativa es que según los estudios, más del 80% abandonará la acción en el mes de febrero [US News  Joseph Luciani]. Siempre hay una minoría que logrará ir alcanzado esos objetivos gracias a algo tan sencillo de entender, pero tan  difícil de lograr, como es crear nuevos hábitos que nos vayan acercando hacia esos nuevos objetivos.

“De intenciones a acciones. De acciones a Hábitos.”

Muchos piensan que esto es exclusivamente un tema de fuerza de voluntad, una fuerza de voluntad que se puede ir desarrollando como ejercitamos un músculo en el gimnasio. Y como todo músculo, pues es algo que se va agotando. Por esto mismo,  no debemos de olvidar algo que gracias a la investigación y a mi propia observación he comprobado sobre la importancia que llega a tener el control del entorno, muy superior en algunos casos a la fuerza de voluntad para crear nuevos hábitos. El cuándo, dónde, con quién y cómo vamos a llevar a cabo nuestros nuevos comportamientos debe estar reflexionado y establecido y así actuarán como activadores y facilitadores de que pasemos a la acción y de que esa acción se vaya convirtiendo en un hábito

Y aún así, deberemos estar mentalmente muy preparados, pues cualquier cambio genera estrés, y ese estrés nos hace sabotear todas nuestras buenas intenciones. Por ello, saber ejercitar nuestra mente para saber llevar esas situaciones vuelve a ser clave. Jamás me cansaré de repetir que todo lo que sea reforzar nuestra energía emocional tiene un efecto en todas las áreas de nuestra vida, tanto personales como profesionales.

Para empezar, os propongo una sería de preguntas iniciales:

  • ¿Cuáles son tus objetivos para el 2019?
    • Ejemplo: Perder 4 kg.
  • ¿Qué procesos y tareas asociadas te vas a crear?
    • Ejemplo: Ir al gimnasio 3 días (lunes miércoles y viernes) por semana y andar 10.000 pasos otros 2 días de la semana (sábado y domingo), además de controlar las cenas evitando carbohidratos y alcohol cero durante la semana
  • ¿Qué control del entorno es clave para no fallar?
    • Ejemplo: Ir al gimnasio al lado del trabajo al medio día con un compañero que siempre va. Hablar con mi paraje para obligarnos a cenar juntos todos los días y de manera sana
  • ¿Qué medida vas a tener para valorar tus avances?
    • Ejemplo: Los lunes por la mañana me pesaré y apuntaré el peso; los domingos revisión con check list sobre los días que he hecho deporte y los que no.

Y después de estas primeras reflexiones del nuevo año, por último, 5 consejos fundamentales que pueden resumir lo que serían las claves del éxito para no aumentar las estadísticas con tanta derrota:

1.- Describe los objetivos por escrito y ponlos en un lugar visible

(por ejemplo, escritorio del ordenador)

2.- Búscate amigos-compañeros con los que compartirlo y quedar una vez al mes para medir avances y adquirir compromisos

(por ejemplo, apuntarte a inglés y ver avances con un compañero sobre ello además de presentarte a un examen oficial en unos meses)

3.- Ritualiza y traslada a hábitos que estén agendados, como si de una reunión se tratara

(clase 3 días a la semana de 15h a 16h)

4.- Fíjate premios a medida que vayas logrando tus metas

(por ejemplo, si logro avanzar un nivel me voy a Londres un fin de semana)

5.- No te saltes nunca la rutina fijada, aunque cumplas por menos tiempo. La frecuencia y repetición es clave para fijar el hábito

(por ejemplo, aunque llegue tarde voy a la clase igualmente)

 

Y por último dejaremos un esquema gráfico que nos puede ayudar a crear un círculo virtuoso y que 2019 sea el año donde cumplamos lo que nos propusimos, y, además, disfrutando del camino.