En breve estaremos la gran mayoría de vacaciones, algunos incluso ya están en ello. Debe ser un momento de exprimir la vida y de máxima desconexión. Muchos clientes nos preguntan por libros para leer.
Nuestra recomendación suele ser que el mejor libro es el que uno mismo escribe sobre sí mismo y que en vacaciones es un buen momento para hacerlo. Las caras de sorpresa son de todo tipo.
Esto conecta precisamente con la reflexión de nuestra newsletter y publicación reciente sobre si en tu vida laboral flotas o navegas. Ha provocado comentarios de clientes y personas cercanas. Navegar supone pararse a pensar desde la distancia cada cierto tiempo y con cierta estructura para fijar objetivos y crear planes. Y además, navegar supone claramente actuar en consecuencia a esos planes con cierta efectividad. Flotar es cualquier combinación donde falta alguna de las claves de navegar: no me paro a pensar suficiente, no pongo en acción todo lo que debería o no lo hago de manera efectiva.
Muchos nos han preguntado qué se debe hacer cuando pensamos desde la distancia, a qué nos referimos con mayor concreción.
Pues a coger papel y bolígrafo y escribir sobre uno mismo. Ese libro que todos deberíamos tener sobre cómo avanza nuestra vida y qué aprendemos de ello. Pero por escrito, pues lo que no está escrito, para nosotros, no existe.
En estos momentos del año, supone el reflexionar sobre cómo vas en todos los objetivos que te habías trazado para este 2023. Muchos lo han hecho, pues han tenido que preparar su revisión de mitad de año con su manager. Pero aquí lo que pedimos es profundidad en la reflexión para poder analizar y aprender de los primeros meses del año. Es como escribir un capítulo de un libro sobre uno mismo y sobre los primeros 6 meses del año.
¿Qué ha ido bien en los primeros 6 meses del año?
¿Qué no ha ido tan bien? Y las razones de ello.
¿Qué aprendizajes me llevo para la segunda parte del año?
Se trata de dar un paso atrás y reflexionar sobre los momentos que te han llevado a donde te encuentras actualmente. En un mundo que nunca se detiene, las personas están constantemente pasando de una cosa a otra en la vida, rara vez tomándose el tiempo para frenar y reflexionar. Esa rueda del hámster del día a día tan peligrosa.
Recuerda que el camino hacia el logro de metas no siempre es lineal y puede requerir ajustes a lo largo del camino. La reflexión, evaluación y simplificación te permitirán hacer los cambios necesarios y mantenerte enfocado en lo que realmente importa.
No te desanimes si sientes que no has avanzado lo suficiente hasta ahora. El hecho de que estés reflexionando y evaluando ya es un paso importante hacia el progreso. Aprovecha este momento en el año para restablecer tus metas y abordar el próximo semestre con una mentalidad renovada y un plan más claro.
Y por último, recuerda que el proceso de reflexión y evaluación no se trata solo de mirar hacia atrás, sino también de mirar hacia adelante.
Utiliza tus reflexiones para establecer un plan de acción claro y diseñar pasos concretos que te acerquen a tus metas. Define plazos realistas y mantén tu enfoque en las acciones que te llevarán al éxito.
Y sobre todo, reflexiona sobre tu nivel de efectividad personal y si realmente estás logrando planificarte bien. Sin esto, ya podemos reflexionar y trazar planes, pero nos quedaremos en eso, en grandes planes sin resultados reales.
Empieza a escribir el primer capítulo de ese libro sobre ti mismo y sobre tu vida que tanto puede influir en nuestra reclamada PPS: Personal and Professional Satisfaction.
¡Nos vemos en septiembre! Feliz Verano.