Caminando por el aeropuerto y ¡bam! Ahí está, algo que te hace detenerte en seco y te llena de un montón de emociones.
Ver la 13ª edición de LIDÉRATE en las estanterías es como encontrarte a un gran amigo en un sitio inesperado. Me provoca reflexiones como las largas horas que pasé dándole forma a cada página de esos libros, con el apoyo de mis hijos en aquel momento (mis pequeños grandes motivadores), el ejemplo de perseverancia heredado de mi madre, los ánimos de muchos amigos, y claro, esos valientes primeros clientes que se lanzaron con nosotros al vacío cuando el método aún estaba, como dirían los ingleses, «work in progress».
No puedo dejar de mencionar el empujón gigante de Jordi Nadal y el equipazo de PLATAFORMA EDITORIAL. Y, por supuesto, un enorme saludo virtual a todos esos lectores anónimos que han apostado por el libro; siento una responsabilidad de intentar aportarles algo valioso, aunque sea un granito de arena en sus vidas.