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Cuando algo nos inquieta…desconecta!

El Poder de la Desconexión para ser más efectivo y creativo.

 

Recientemente, tuve en casa a un amigo de mi hijo. Con 25 años, es piloto de aviones y posee buenos valores. Es agradable y abierto. En sus reflexiones se percibe un hambre por seguir creciendo, acompañado de humildad, lo cual siempre es bueno. Sin embargo, a pesar de su prometedor futuro, noté cierta inquietud en él, incluso en exceso. Me confesó que se debe a que tiene dudas sobre si debería estar logrando más en la vida.

 

Compartió sus preocupaciones conmigo una y otra vez, y noté que estaba algo consumido y preocupado en exceso por el futuro. Me pidió mi opinión, y yo le ofrecí con claridad:

 

«Tienes toda una vida por delante, al menos unos 45 años de oportunidades. Debes aprender a disfrutar del momento. Pero, eso sí, cuando reflexiones, asegúrate de que tus reflexiones son efectivas y  productivas.»

 

Le propuse lo que suelo aconsejar, tanto a mí mismo como a los demás, cuando se enfrentan a preocupaciones similares. Respecto a la inquietud que nos abruma siempre sugiero dos acciones:

 

  1. Registra tus pensamientos: Pon por escrito todas esas ideas que pasan por tu mente. Puede ser en una libreta física o en un archivo digital. Esto te ayudará a darle forma y claridad a tus pensamientos. Lo que no está escrito no existe.

 

  1. Programa un tiempo para reflexionar: Destina una hora cada semana para continuar tus reflexiones. Esto te permitirá observar cómo evolucionan tus pensamientos y acciones con el tiempo y si encuentras nuevas perspectivas. Nada supera a la frecuencia y consistencia en el tiempo.

 

El resto del tiempo de la semana, le aconsejé que evitara darles vueltas constantes a sus preocupaciones. Se tenía que relajar y desconectar, especialmente en lo que respecta a ese tema. Y para ello se tenía que asegurar de que, sin importar cuán ocupada sea su agenda, encontrar momentos para alejar su mente de sus preocupaciones. Para avanzar en temas complejos, hay que dejar a la mente descansar.

 

Si actuamos así descubriremos que la desconexión es un aliado poderoso para estimular la creatividad y la efectividad. 

 

Ahora bien, es importante comprender por qué esto funciona. Cuando trabajamos en algo y le damos un mínimo de estructura en nuestra mente consciente, al relajarnos, permitimos que esa información pase al subconsciente. A partir de ese momento, nuestra mente sigue trabajando en ello de manera subterránea. Es por eso que, en ocasiones, de manera completamente inesperada, durante un paseo, en la ducha o mientras conducimos, una idea brillante surge de las profundidades de nuestra mente.

 

Sin embargo, para que este proceso sea efectivo, es esencial seguir los pasos 1 y 2 que mencioné anteriormente. Además, es fundamental tener pasatiempos o actividades que nos desconecten por completo de nuestras responsabilidades laborales.

 

Puede ser cualquier cosa, desde practicar deportes, pintar, leer, cocinar, meditar o disfrutar de la naturaleza. La clave está en encontrar una actividad que te transporte a un estado de relajación y creatividad, donde puedas dejar de lado tus preocupaciones y permitir que tu mente trabaje en segundo plano.

 

Aprender a desconectar es esencial para cultivar la creatividad y la efectividad en nuestras vidas. Dedicar tiempo a reflexionar de manera efectiva y luego permitir que nuestra mente trabaje en segundo plano puede llevarnos a descubrir soluciones innovadoras y encontrar un equilibrio entre la reflexión y la acción.

 

Así que, la próxima vez que te sientas abrumado por la preocupación y la ansiedad, recuerda la importancia de desconectar y darle espacio a tu mente para crear y prosperar.

 

¿Cuál es esa actividad que te permite desconectar verdaderamente?