No nos auto engañemos. No trabajamos tanto como creemos.
Sentimos estrés, desbordamiento, agotamiento y lo primero que nos viene a la mente es que nuestro trabajo es desbordante. Y no es así en todos los casos. En muchos es un tema de falta de organización de tiempo, unido a unos nuevos modos de desarrollar el trabajo presencial y teletrabajo que nos puede llevar a caer en muchas trampas y autoengaños.
Algunos clientes, en momentos de confianza en las sesiones individuales o en las nuevas formaciones en abierto donde no están con sus compañeros del día a día, nos confiesan algo que no nos sorprende. Al pararse a pensar cómo emplean su tiempo diario y su propia forma de organizarse con detalle y ser eficientes, está llevándose a dos conclusiones que no les hacen sentirse cómodos.
- La primera, la vida profesional y personal está muy mezclada en horarios sin una clara barrera lo cual les hace que en momentos profesionales metan en exceso su vida personal, para a posteriori e irónicamente, tener que meter en horario personal, horas de trabajo.
- La segunda, es que en muchos casos, este nuevo modo de desarrollar el trabajo presencial y teletrabajo, conlleva que no estamos trabajando como deberíamos incluso, estamos trabajando menos de lo que creemos. Siempre les digo lo mismo. La solución a esto no es volver a la oficina todos los días como antes de la pandemia. La solución es trabajar sobre ello, y acabar de mejorar nuestra forma de trabajo efectiva con este nuevo modelo pues con toda seguridad nos alegraremos de ello.
El cambio que ha experimentado el trabajo tras lo vivido con la pandemia, no tiene marcha atrás. Las organizaciones, antes o después, en mayor o menor grado, van a tener que ofrecer una serie de condiciones a sus empleados si quieren fidelizar y atraer el talento. Los profesionales quieren un modo de desarrollar el trabajo presencial y teletrabajo pero, además, que sea flexible. Híbrido con un mínimo de dos días en casa, y flexible en el sentido de que puedan adaptar sus horarios de trabajo, en la medida de lo lógico, a las necesidades del equilibrio entre lo personal y profesional. Todo ello bajo una premisa y es que se les valore por resultados y no por horas. Esto esconde una serie de mejoras a nivel líderes y departamentos de personas de lo cual también hablaremos en este post.
Según datos recogidos por Adecco, seis de cada diez trabajadores quieren trabajar de manera híbrida tras la pandemia. Pero, además, con cierta flexibilidad permitiéndoles tomar decisiones sobre cómo quieren organizar parte de sus horarios y formas de trabajo. En definitiva, estamos ante un nuevo modelo de trabajo, impensable hace un tiempo con claros beneficios para todos, si somos capaces de dedicar algo de tiempo y esfuerzo en perfeccionarlo con ambas partes trabajando de la mano.
Riesgos del teletrabajo
Por eso es momento de preguntarnos qué riesgos está conllevando este gran cambio, algunos de los cuales os podemos garantizar que no son riesgos sino realidades. Son varios, pero si hay uno por encima de todos es que el trabajar desde casa y con modelos flexibles, conlleva en muchos casos, un deterioro silencioso y progresivo de nuestra eficiencia, por mucho que en ocasiones no lo queramos admitir. Por eso algunos no logran entender por qué siguen estando tan estresados con un modelo aparentemente beneficioso para evitarlo. La respuesta la vemos cada día.
El problema no es el modelo de trabajo, el problema es nuestra incapacidad para analizar desde la distancia y fijar una serie de mejoras. En las nuevas sesiones formativas en abierto donde los alumnos provienen de empresas diferentes, el nivel de confesión sobre muchos errores que están cometiendo y el deterioro de su eficiencia es realmente llamativo. Afortunadamente salen con muchas mejoras a implantar e ideas que cogen unos de otros.
Desde mi punto de vista, esto supone doble responsabilidad. Para los profesionales el aceptar la realidad de este riesgo y realizar el esfuerzo de evitar ese deterioro que en muchas ocasiones puede depender de circunstancias personales o momentos determinados de tu vida. Por parte, de las empresas, las cuales tienen que provocar un diálogo abierto sobre ello y trabajar con sus equipos en ganar conciencia y juntos, evitar que este modelo de teletrabajo desde casa híbrido y flexible que tiene infinidad de ventajas, no nos suponga con el tiempo un problema.
El rol de los líderes empresariales en el trabajo híbrido
Ante este insólito escenario, el rol de los líderes empresariales debe ser ejemplificante e influyente en sus equipos, como por parte de los departamentos de personas y talento, por sus posibilidades desde la formación.
Los líderes deben ser los primeros que tienen que mejorar su capacidad de organización sea cual sea la forma de trabajo, pero aprendiendo a trabajar mejor y no de más. Deben ser capaces de dedicar más tiempo tanto a pensar desde la distancia sobre los nuevos modelos de trabajo que motivan a sus equipos como en paralelo, a dedicarles tiempo de calidad individual para poder medir y valorar sus avances en resultados, frente al modelo de controlar sus horarios y su aparente dedicación al trabajo. Además, tienen que saber culturizar o culturizarse en todo aquello que afecte a su bienestar personal y acompañar a sus equipos a encontrar un equilibrio entre su vida personal y profesional mayor, algo que va más allá de café gratis o clases de yoga en la oficina. Todo esto revertirá en que la mejor versión de cada persona será la que va a trabajar y al mismo tiempo, si ayudamos a que aprendan a organizarse en el trabajo, su mejor versión será la que va de vuelta a su vida personal.
Aquí empieza el verdadero camino hacia la deseada conciliación sea cual sea tu nivel de responsabilidad. Es nuestra propuesta de BALANCED líder.
Ahora más que nunca, las empresas deben aprender del pasado para mirar al futuro y, para ello, necesitan anticiparse y utilizar modelos de trabajo más efectivos. Los líderes y los departamentos de personas y talentos deben ayudarlos y acompañarlos en el aprendizaje de lo que podemos llamar trabajar mejor, y no de más.
Nosotros, desde nuestro curso de liderazgo gerencial, el Método FASE®, intentaremos seguir aportando nuestro valor a las compañías en esta dirección, bienestar para los profesionales unido a efectividad. Lo cual, redundará en mejores resultados y mejor fidelización y captación del talento. Si queremos y nos lo proponemos, todos podemos salir muy beneficiados de todo lo que la pandemia nos ha puesto sobre la mesa en cuanto a modos de desarrollar el trabajo presencial y teletrabajo.