Estoy especializado en ayudar a profesionales, ejecutivos y empresarios a lograr mejorar su productividad. En este proceso, me encuentro y tengo la suerte de conocer profesionales de todo tipo. Cuando los conozco, el nivel de productividad es diferente y suele depender tanto de características personales como de casuística de su puesto o de su organización. No suele haber dos casos iguales.
Y, sin duda alguna, las personas que más me sorprenden, por su gran productividad, son siempre el mismo perfil: madres que compaginan varios liderazgos en sus vidas: su trabajo, sus hijos y el llevar la casa. Son las grandes heroínas. Son esas mujeres que han decidido tener 2 trabajos al mismo tiempo: liderar la familia y liderar sus proyectos profesionales.
En mi círculo cercano tengo cuatro grandes amigas que al experto en productividad, es decir, a mí mismo, me dan lecciones todos los días: Verónica Villarroya, Amparo Aracil, Susana Lópezy Nuria Labari (que además acaba de publicar el libro “Cosas que brillan cuando están rotas”). Son empresarias, directivas, madres de varios hijos, organizadoras de viajes, planificadoras de cenas improvisadas, compradoras en el súper, expertas en actividades extraescolares, confidentes de los problemas de sus maridos en el trabajo… y siempre, siempre con buena cara. Y además, cuando por circunstancias personales las necesité, ahí las tuve. También hay otras que han decidido un stand by en su carrera para dedicarla a sus hijos, renunciando a muchas cosas , y eso también es algo a valorar.
Va por vosotras para el día de la madre y por todas las que logran, en su día a día, ese doble papel de líderes en su casa y en el trabajo.
