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¿Cuál es la nueva adicción de los directivos?

¿El dinero?, ¿El poder? Noooo….

La nueva adición de los directivos es a la dopamina.

Muchos reconocen que su vida profesional se limita a acudir a MEETINGS, gestionar sus MAILS, contestar al MÓVIL y responder al instante MESSAGING de teams…

Nosotros lo hemos bautizado como la RUEDA del HAMSTER.

Una rueda llena de M&ms y que no son los de chocolate precisamente, sino son todos los meetings, mails, móvil y messaging que invaden nuestro día a día.

Y ¿Por qué no logramos salir de ahí?

Pues precisamente porque la percepción ficticia o de poca importancia de logro. Es la percepción que tenemos cada vez que contestamos un mail o acudimos a una reunión donde hemos aportado algo, por pequeño que sea.

Ese sentirnos útil o ese haber cumplido con algo nos provoca esa sensación de logro inmediato. Con su correspondiente shot de dopamina, que tan adictivo acaba resultando.

Y eso acaba con la posibilidad de trabajar individualmente en temas realmente importantes.

Acaba con nuestra capacidad de atención plena o con la necesidad de tiempo a planificar.

Pues preferimos meternos en esa rueda de multitarea que nos lleva a estar en reuniones mientras contestamos mails y postponemos el comienzo de un tema verdaderamente relevante.  Como deciamos, la nueva adicción de los directivos, la dopamina.

Y si añadimos las redes sociales o internet, pues ya nos vamos directos a la búsqueda de esa dopamina continua en actividades que, sin ningún fin, nos tienen enganchados. Así que nos vemos pasando de página en página, mientras postponemos otros temas y gastamos la mejor de nuestras energías.

Los ingleses le han añadido un adjetivo con mucho significado; CHEAP DOPAMINE, dopamina barata. ¡Toma!

Y ahí estamos cada vez más perezosos sin ser conscientes. Dejamos para otro día lo que deberíamos estar haciendo y buscamos esos temas que nos provocan esa gratificación instantánea.

Nos autoengañamos pensando que el problema son las muchas reuniones que tenemos, o que nos envían demasiados mails. Incluso pensamos que en las nuevas oficinas no hay quien se concentre… Los reyes de la excusa.

¿Cómo podemos ir solucionándolo?

La idea que os propongo es clara.

Obsérvate.

Mira cuán adicto eres a la dopamina.

Y si consideras que debes mejorar en ello, aplícate algunas ideas que funcionan:

1.- Controla tu entorno para evitar tentaciones. Si tu teléfono está junto a ti, caerás en consultarlo más de lo debido.

2.- Prémiate cuando hagas lo que debes y te hayas salido de esa gratificación inmediata. Si has avanzado en un tema con anticipación suficiente, prémiate con una actividad que te guste.

3.- Coge compromisos con otras personas de cumplimiento de fechas. Nada como el entorno social para cambiar hábitos. Si tienes que trabajar un proyecto con anticipación, coge a un compañero para ver avances semanales y coger nuevos compromisos para la siguiente semana.

Así que decide.

Gratificación instantánea y dopamina continua sin grandes logros… ya que por desgracia los malos hábitos nos exponen constantemente a esta dopamina barata. O los buenos hábitos, y a su vez menos dopamina, que nos llevan directos a conseguir grandes logros.