La mejor herencia para nuestros hijos: ¡No es lo que crees!
Siempre bromeamos con este concepto de la herencia para nuestros hijos. Confieso que nos gusta provocar un poco en nuestras conferencias. Consideramos que es nuestro deber, remover. Hoy hablamos de herencia, pero no de la que muchos piensan. No se trata de dejar una casa o una suma de dinero, sino de algo mucho más valioso: hábitos que marcan la diferencia.
Uno de ellos, sin duda, es el hábito de la lectura. Sus beneficios son indiscutibles: mejora la atención, la comunicación y potencia las conexiones neuronales. Pero hay otro hábito, menos intuitivo pero igual de crucial: la capacidad de reflexionar a distancia, con papel y bolígrafo o con un iPad y lápiz digital, según prefieras.
Escribir a mano tiene sus ventajas:
- Mayor efectividad al sintetizar y conceptualizar ideas.
- Mejora en la capacidad de procesar información.
- Mayor retención y comprensión de la información.
Claro, también hay desventajas, especialmente en un mundo donde la rapidez y la tecnología son clave. Pero aquí viene lo interesante: cuando escribimos a mano, evitamos la tentación de la multitarea. Algo que no sucede cuando estamos tecleando. Y esto, según un artículo reciente del Economist, es un problema creciente en las aulas y en el trabajo.
Reflexionemos juntos: ¿Cómo podemos utilizar esta práctica en nuestro día a día?
- Aprendizaje de nuevos temas.
- Estructuración de presentaciones importantes.
- Elaboración de discursos o pitches.
- Ejercicios de brainstorming.
- Toma de decisiones críticas.
- Revisión de documentos importantes.
Y sí, incluso en nuestro Método FASE, empezamos con ideas escritas a mano antes de llevarlas a formatos digitales.
🔍 Conclusión: En una era dominada por la tecnología, no subestimemos el poder de lo tradicional. La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es la capacidad de desconectar, reflexionar y crear, lejos de las distracciones digitales.
Y citamos al ECONOMIST esta semana : «University professors complain of rampant distraction in classrooms, with students reading and messaging instead of listening to lectures.»