Ante circunstancias y contratiempos muy adversos, disponemos de 24 horas para lamentarnos y quejarnos de lo injusto de la misma.
A las 24 horas y 1 minuto, con ánimo constructivo, empezamos a reflexionar con las mejores de nuestras capacidades sobre como sobrepasar esa situación que jamás resulta eterna.
Foto: Pablo Peralt y Agustín Peralt en Valle Camónica, Brescia. (Italia)