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El fallo más común en productividad personal

El fallo más común en productividad personal.

 

Si analizamos los fallos o errores entre los directivos en cuanto a su organización personal y gestión del tiempo, sin lugar a duda el más extendido en la productividad personal es el desalineamiento entre las prioridades y las actividades diarias.

 

Muchos ejecutivos tienen claro cuáles son sus prioridades, pero alinear su agenda con ellas es un problema muy común que no siempre tienen resuelto.

 

A la pregunta de si tienen claras sus prioridades, la gran mayoría nos contesta que sí.

 

A la pregunta de si las tiene por escrito, la gran mayoría nos dice que sí. Nos comentan que fijan los objetivos anuales para su posición cada año. Nuestra réplica es que eso no es suficiente para poder planificar y priorizar ya que los objetivos anuales son demasiado generales para poder planificar y es necesario trasformarlo en prioridades mensuales o trimestrales.

 

A la pregunta de si tienen su calendario está alineado con esas prioridades, la gran mayoría nos contesta que no. Y los pocos que nos dicen que sí, cuando les pedimos que nos lo demuestren, tardan 2 minutos en decirnos que no lo tienen al revisar su calendario de las próximas semanas con detalle.

 

La pregunta es, ¿por qué ocurre esto? La razón es que dejamos que los otros vayan llenando nuestra agenda cuando realmente tendría que ser el revés.

 

Desde mis prioridades mensuales o trimestrales, anticipo y protejo mi agenda al máximo para que esté lo más alineada posible con esas prioridades, con las reuniones claves para esas prioridades y con las personas claves para esas prioridades, , algo que también requiere una reflexión previa. A esto le llamamos intencionalidad coherente.

 

Alinea tu agenda con tus prioridades para lograr una buena planificación.

 

Y luego viene, la segunda parte que es la de decir que NO con asertividad al resto de temas que no estén alineados con nuestras prioridades. Si bien hay algunos compromisos políticos o inevitables, la mayoría pueden ser rechazados de forma educada o bien delegados en personas de nuestro equipo.

 

Di «no» asertivamente y aumenta la calidad de tus «síes»

Finalmente, siempre tengamos en mente que cada vez que decimos que sí a algo, estamos quitándole tiempo de calidad a una de nuestras prioridades. Por ello, la calidad de nuestros «síes» siempre estará influenciada por  la cantidad de nuestros «noes».

Busca la intencionalidad coherente de tu calendario de manera obsesiva. Es lo que marca la diferencia frente a dejarte llevar por la inercia que te marcan otros.

Prioriza tus metas y protégete de la inercia de los demás.